Bitácora#9                                                                                                                                                                                                    Semana del 21 al 25 de Julio

El colegio de Miranda es un poco especial, pero no viene acompañado sólo de su rareza, lo acompaña la exigencia extrañamente simple. Normalmente los estudiantes de este colegio se sienten exhaustos, cansados o sin energía, pensando que es a causa de grandes y muchas tareas. Pero a pesar de que si, le colocan muchas tareas, no tantas como para el agotamiento que manejan. Muchas veces ella ha pensado que esto se debe a algún hechizo o encantamiento, porque en serio es un poco particular y jartante. Así que cuando empieza el Lunes todos están agotados pensando en una obra que no había organizado el grupo (del que pertenecía Miranda), la verdad todos eran muy distintos, pero todos igual de desordenados. Era complicado hacer que todos se concentraran en algo, porque mientras regañaban a unos, los otros empezaban a conversar. Fue tal el mal trabajo en equipo para ese día no tenían la presentación lista, y por ende Manzombie y Miranda tuvieron que ir a pedirle la hora a Espanid, que accedió algo preocupada por la situación del grupo, con ciertas condiciones y tareas- grandes y nada simples- para realizar. Más para el favor concedido cualquier pago era poco. Ensayaron y la obra fue ''satisfactoria''. Pero aún tenían una deuda para pagar. 

Para el Miércoles seguían sobrecargados en tareas, en agotamiento y en falta de sueño. Cuando comenzó el día la primera materia fue matemáticas, donde fue un poco regular con los comentarios de Alberto que duran casi todas sus dos horas. Cuando llegó Espanid venía con un vestido muy hermoso para el gusto de Miranda, era negro, venía en diferentes capaz pero corto, tenía un escote en V pero a pesar del escote seguía siendo señoral, la falda tenía una caída simple y femenina que notaba elegancia. Era un hermoso vestido, lo extraño era su peinado, lo tenía recodigo en moño elegante, pero adelante tenía puesta una diadema con dos cachos y en medio con un libro. El libro se explicaba por su materia más los cachos aún no lograba enteder Miranda que punto tenían. Espanid llegó recordándoles una deuda que tenían, así que dicto una actividad considerablemente LAAARGAAAA. Nada de que EXAGERAR. Siguió con una idea muy creativa que ya había implementado en otras clases y que esperaba fuera satisfactoria con nosots. Consistía en darle definición a ciertas palabras, tomando de ejemplo el libro: El Diccionario del Diablo. Así que en la primera hora y en parte de la segunda tdoso